Las vestimentas tradicionales de Lanzarote.
Siglos XVIII y XIX
El acto que hoy nos reúne aquí constituye la materialización de un ilusionante proyecto sobre la confección de unas indumentarias extraídas de un trabajo de investigación que se está llevando a cabo sobre las vestimentas tradicionales de Lanzarote.
Como traje «típico de Lanzarote» conocemos aquel que ha llegado hasta nuestros días a través de las agrupaciones folclóricas y que, teniendo un origen cierto y concreto, ha sido víctima de múltiples y forzadas modificaciones. Corno «vestimentas tradicionales de Lanzarote» se deben entender aquellas ropas o
vestidos que en realidad utilizaban los antepasados de nuestra isla y que salen a la luz a través de trabajos de investigación histórica.
Con esta presentación se quiere resaltar el valor etnográfico de las vestimentas tradicionales y remarcar que constituyen uno de los máximos exponentes de la idiosincrasia de un pueblo, al que representa sólo con su presencia. Se intenta también despertar el interés por este apartado de nuestra cultura popular que, en muchas ocasiones, es tratado de forma frívola o superficial.
Para el estudio de estas indumentarias tradicionales se debe hacer un análisis de su contexto atendiendo a aspectos temporales, sociales, geográficos, industriales, comerciales y artísticos. La influencia de todos estos factores. junto con el voluntarismo, el gusto personal y las influencias exteriores, hace que no se pueda hablar de uniformidad en el vestido tradicional de Lanzarote, aunque sí de rasgos comunes y diferenciadores de otras modas y otros lugares.
Para la realización de estos trabajos se recurre a los relatos de viajeros o visitantes que pasaron por la isla, a protocolos notariales (sobre todo actas testamentarias), documentos y bandos oficiales, grabados, dibujos, fotografías, piezas antiguas y la propia tradición oral. Es necesario aclarar que para el estudio de estos documentos hay que ser muy cuidadoso. atendiendo a todos los factores intrínsecos que puedan afectar a su veracidad y posible generalización:
«…se sale con gorra al paseo, se va a misa con basquiña y mantilla con blondas; otras van de manto y saya, y las pobres con mantilla blanca de bayeta, poniéndose la misma caperuza que los hombres pero de una manera inversa».
Texto de un viajero que habla de las damas de Arrecife a finales del siglo XVIII, una de las fuentes de información que se utiliza para estos estudios.
Fruto de nuestras investigaciones se ha podido constatar como la vestimenta masculina, que estaba muy generalizada en toda la población de la isla, no sufrió grandes modificaciones con el paso de los años, pudiendo asegurar que desde el siglo XVIII hasta finales del XIX el hombre vestía en base a un mismo modelo en el que incluía o excluía determinadas piezas como: marselleses, calzones, chaquetas y distintos tipos de chalecos.
En cambio, en la mujer la generalización no era tan evidente y con el paso de los años los cambios se producían con bastante frecuencia, teniendo constancia de al menos cuatro variaciones o modelos de trajes tradicionales femeninos de diario en Lanzarote entre finales del XVIII y mediados del XIX. Como aspecto novedoso se destaca en la mujer el uso de monteras, mantillas, sombreros de fieltro, mantos y faldas lisas.
Como colofón a este trabajo se pretende que los trajes típicos de nuestra isla coincidan con sus vestimentas tradicionales (como ocurre en la isla de La Palma), para así poder representar fielmente a Lanzarote y sentimos identificados luciendo unas indumentarias que eran las que en realidad, llevaban los antiguos conejeros.
Ricardo Reguera Ramírez
Haría, 27 de abril de 1996
Comentarios recientes